Diagnóstico independiente, asesoría y tratamiento de problemas escolares y de aprendizaje
Los niños en edad escolar con toda frecuecia presentan (¡y debería por tanto permitírseles!) diversas dificultades en la escuela, de manera temporal o permanente y debidas a las más variadas causas. A veces se trata, por ejemplo, de problemas específicos de la codificación del lenguaje que dificultan la adquisición de la lectoescritura y el cálculo; de alguna dificultad específica para resolver problemas de cálculo en la forma de una discalculia; de una falla de la psicomotricidad fina que complica la escritura manual; de alteraciones en las funciones cognitivas como la memoria o la concentración o bien, de un problema más generalizado que comprometa varias de estas funciones a la vez, traduciéndose en una disminución de la inteligencia en mayor o menor grado. Pero también pueden ser sobrecargas o trastornos emocionales originados en las complejas redes de interacciones humanas del contexto escolar o bien otro tipo de dolencias de la psique infantil.
En cualquier caso, lo importante es que el niño reciba prontamente las ayudas que sin duda requiere y que éstas le sean proporcionadas sin ninguna clase de etiquetaje, aislamiento o segregación. Igualmente importante es que los padres participen activamente en el proceso diagnóstico, de modo que con su aporte se logre elaborar un plan de tratamiento o de apoyo que verdaderamente sea competente y profesional.
Los padres muchas veces necesitan una asesoría que sea esencialemente independiente de la escuela, pero que al mismo tiempo tenga en consideración, como parámetro importante, el contexto escolar en el que se desenvuelve el niño.
Pero... ¿Dónde está realmente el origen de estas dificultades?
El problema es esencialmente social.
Un sistema educacional concebido para todos los niños debería responder a las necesidades de todos – y no debería darse la concepción inversa (todos los niños deben responder a las necesidades de la escuela). Con frecuencia los niños son segregados o discriminados en el sistema escolar por no “estar a la altura” de las exigencias de la escuela. En Alemania, la clasificación de los niños en diferentes tipos de escuela (Schulzweige) con el supuesto buen propósito de homogenizar las clases escolares ha traído como consecuencia un empobrecimiento generalizado del universo de experiencias posibles para todos los niños, tanto para los mejor “dotados” como para los “menos dotados”.
La inclusión y la pedagogía inclusiva son una respuesta posible a este desarrollo contraproducente de la escuela. Para las asesorías en psicología educacional, para el diagnóstico de dificultades de aprendizaje y el tratamiento de estos problemas, yo baso mi trabajo en este enfoque teórico.